Existen algunas verificaciones que tú mismo puedes realizar en tu vehículo, sin la necesidad de algún tipo de asistencia. De esta manera te aseguras de su correcto funcionamiento. ¿Cuáles son?, ¿Cómo hacerlas? Aquí te lo contamos.
El manual del fabricante te indicará la frecuencia con la que debes medir el nivel del aceite de tu motor. Apaga el motor por lo menos dos minutos antes de iniciar la revisión, tu vehículo debe encontrarse en una posición estable y horizontal. Abre el capot, ubica la varilla (normalmente tiene un cabezal amarillo), y al sacarla examina las marcas indicadoras en la parte inferior, te dirán si tu nivel de aceite es demasiado bajo, demasiado alto o el ideal. Al terminar, limpia la varilla y coloca el tapón de llenado.
Según la recomendación del fabricante se debe revisar que estos tengan el nivel de presión adecuado y que el material no esté desgastado ni dañado. Esto debe hacerse cuando las llantas estén frías y que el vehículo no haya sido conducido por varias horas.
Comprobar que las luces altas, bajas, de emergencia y de retroceso funcionen bien. Es recomendable que esta verificación sea entre dos personas; la primera persona debe manipular las luces y la otra persona debe asegurar que tienen la intensidad óptima y el funcionamiento adecuado.
No debemos olvidarnos de que unas lunas que ofrezcan la visibilidad adecuada son fundamentales para la seguridad al volante. Muchas veces se usa agua destilada, pero no es lo ideal, lo mejor es usar un producto específico para estas funciones.
Referencias
Prensa libre